193. Medieval

Normalmente sí, cuando estoy escuchando música que me gusta, puedo estar relajada pensando, o hay alguna conversación interesante. Cuando termina un viaje, sobre todo si es largo, no tengo ganas de levantarme del asiento.

Ya estoy escribiendo desde el portátil. Como ya dije hace unos días, en principio íbamos a venir mañana, pero han ocurrido algunos imprevistos.

Ayer fue el último día de clase. En realidad, no hubo clase propiamente dicha. Se suponía que primero se cantaban y tocaban los villancicos y no tan villancicos, y después jugábamos el 3x3 de fútbol y baloncesto. Esto último se suspendió por la lluvia. Tiene gracia: se llama 3x3 solidario, pero si no das la comida tu equipo no puede participar. ¡Qué solidaridad! Para colmo, lo anulan, aunque a mí eso me da igual. Poco podría haber hecho yo con el armatoste este.
Se cambió el plan, por lo que en las dos primeras horas el tutor estuvo hablando de la excursión, repartiendo los crismas y dando las notas. A mí me han escrito uno, que ya es mucho.
Con las notas, no sé qué hizo el tutor, pero hubo un fallo de tres puntos en una nota. Menos mal que las estuvo repasando. Me quedé alucinando cuando dijo que en Matemáticas salían 27 suspensos sin contar las recuperaciones. Igualmente había bastantes con ellas incluidas.
En el patio, uno nos contó que había habido pelea en la discoteca donde estuvo, y que lo denunciaron por pegar a no sé quién. Parece que se pusieron a pegarle a un hombre y lo dejaron fatal, y después empezaron con el hijo, o algo así. Porque se pasó de la raya, según él. Menudos motivos más ridículos.
Luego fueron las canciones. Casi al principio hubo una representación de tres mimos que fue genial. Comenzaron a bailar muy raro, era más difícil que el tecktonik, y lo hacían muy bien. Cuando nos tocó a nosotros en general no salió mal, aunque hicieron un poco el tonto en algún momento. Las otras clases del curso iban a representar un pequeño teatro, sin embargo al final no lo hicieron, no sé por qué. Lo que sí es verdad es que ni siquiera dio tiempo a que se realizaran todas las actuaciones, ya que había canciones extra, aparte de las canciones navideñas (y no tan navideñas) de las distintas clases. Al final, los profesores, por tercer año consecutivo, nos dieron una grata sorpresa. Hace dos años se hicieron pasar por Il Divo. El año pasado realizaron unas figuras con triángulos que refulgían en la oscuridad. Este año han tocado partituras de Carlos Núñez. La primera de ellas me gustó tanto que la busqué en cuanto encendí el ordenador, aun sin saber cómo se llamaba ni estar segura de quién la tocaba (me imaginaba que era de ese hombre porque tocaron otra diciendo que era de él y eran algo parecidas). El que tocó la flauta y la gaita después es gallego, y dijo en broma que todos los otros profesores eran gallegos famosos en su región, y él no era de allí.
Esta es la música que me impactó tanto. Si no os gusta mucho os puede resultar repetitiva.
http://www.youtube.com/watch?v=_iPq7HHZqsI
Cuando escucho una canción así, siento que no necesito nada más, que el tiempo va por un lado y yo por otro, que todo existe y puedo hacer lo que sea. Es precioso. Quizá suene cursi, pero me da igual.

¿Sabías que...?
Usar la expresión Heil Hitler en Alemania es un delito a menos que sea con fines educativos, científicos o artísticos.
Esto me recuerda a la canción de Oliver y Benji al revés.


La pregunta de hoy es:
¿Cuánto tiempo hace que conoces a tu amigo/a más antiguo/a?

Come to me, sleep in peace.