128. Epi

Sí, yo también pienso que es mejor ser extrovertido. Pero, sobre todo, se debe tener conciencia de cómo son las personas con las que se habla, porque tener muchos "amigos" no sirve de nada si ninguno de ellos es realmente especial.

En algunos institutos publicos de los que me han hablado también hay mucha libertad. En este caso es más libertinaje que otra cosa. Hay profesores que cogen depresiones. Recuerdo que hace varios años la profesora de Lengua que tenía en ese momento vino con una de prácticas. Tenía la voz muy aguda, por lo que le pusieron de mote "la pitu". Un día la profesora se fue un rato a no sé qué y se quedó la de prácticas sola con la clase. Entonces empezaron a hablar, y ella decía que se callaran. No le hacían ni caso y se reían de ella. Acabó llorando y diciéndoselo a la profesora (escena parecida a “mamá, mamá, esos niños me han pegado”; esa seguro que a partir de ese momento dejó de querer ser profesora). Me parece que a nosotros no nos castigaron al final, pero no estoy segura.

Tenía que mandar un e-mail a un profesor, y de paso he estado mirando algunos mensajes. Ha habido dos que me han llamado la atención.
En el primero había un vínculo a un vídeo. Al pulsarlo he visto que no funcionaba bien, pero se veían palabras que podía poner en el buscador. Me picó la curiosidad y busqué el vídeo. Es genial, apuesto a que no os dejará indiferentes.
http://www.youtube.com/watch?v=i-EPw816Qa0&
El segundo era un PowerPoint que mostraba billetes españoles antiguos, desde antes de la guerra civil (de la que sólo sé cuatro cosas mal contadas porque no nos enseñan cultura general importante). Entre ellos he visto billetes de céntimos de peseta. Me ha sorprendido ver billetes que equivalgan a una cantidad tan pequeña de dinero. Y me ha dado qué pensar. Antes, con un billete de esos te podías comprar al menos un chicle. Ahora necesitas cinco céntimos de euro, que equivalen a ocho pesetas. Ochocientos céntimos de peseta. Para que luego digan que los precios están bajando.

¿Sabías que...?
Cuando los conquistadores ingleses llegaron a Australia, se asombraron al ver unos extraños animales que daban saltos increíbles. Inmediatamente llamaron a un nativo (los indígenas australianos eran extremadamente pacíficos) y les intentaron preguntar mediante señas. Al notar que el indio siempre decía "Kan Ghu Ru" adoptaron el vocablo ingles kangaroo (canguro). Los lingüistas determinaron tiempo después que el significado de lo que los indígenas querían decir era "No le entiendo".


La pregunta de hoy es:
¿Hay algún dato personal que haya publicado sobre mí que no dirías en tu blog?

La quiero así, distinta, porque es sincera, es natural...