220. Vaya tela

Posiblemente elegiría la vista, ya que es el que utilizamos la mayor parte del tiempo. Aunque sería una pena no poder escuchar música, sabiendo lo que es. Igualmente, no me imagino vivir toda la vida sin poder ver nada. Creo que preferiría no oír nada.

¡¡Aljo!! ¡Qué sorpresa! ¿Cómo has encontrado mi blog? A lo mejor tú tienes la respuesta a por qué hay tantos anónimos merodeando y diciendo alguna que otra tontería por el camino. Ah, yo también he tenido algún profesor que hacía la fotosíntesis. Parece que de esos abundan.

Hoy es uno de esos días en que iba yo pensando, qué pena, parece que no va a pasar nada importante para contar en el blog. Entonces llega la magia de "si quieres caldo te tomas tres tazas" y, ¡pum!, se arma un follón por una estupidez. Alucinante. Lo que hace el poder de la mente. Es broma, pero como siga así nunca olvidaré esa frase de "ten cuidado con lo que deseas, a ver si se va a cumplir".
Al grano. En la entrada 217, yo puse esta frase:
Como decía una chica (que, por cierto, siempre quiere hacerse la protagonista y el centro de atención: "mi clase y yo..."), que todo esto no quede en palabras bonitas.
En el patio, esta chica ha venido con su amiga a decirme que si tenía algún problema con ella. Me he quedado como ¿ein?, y le he respondido que no. Ella me ha dicho que en mi blog escribí algo de que era una egocéntrica. Vamos, que se ha empezado a liar. Yo le explicaba que nunca escribo los nombres, pero le daba lo mismo, porque según ella varias personas lo habían leído y la habían reconocido. Decía que lo eliminara, o dijera que se me había ido la olla en ese momento, o algo así. En realidad ha sido más extensa la conversación (con su toque cómico y todo), aunque ni la recuerdo bien ni es demasiado importante reproducirla. Quiero dejar claras algunas cosas que he estado pensando durante el día.
Lo primero: Si quieres decirme que no te gusta que yo diga públicamente que no me gusta algo que has hecho, lo que tienes que hacer es decírmelo a mí. Solamente. Y no venir con tu amiga y hacer que todo el mundo se entere de tu versión y opine sin, seguramente, haber leído siquiera lo que publiqué.
Segundo. En este país hay algo que se llama libertad de expresión. Yo puedo expresarme libremente, valga la redundancia. No estoy intentando que a todo el mundo le caiga mal una persona. Estoy dando mi opinión sobre algo. Además, yo me imaginaba que había escrito algo peor. Vamos, ni recordaba exactamente lo que había puesto. Pero yo no he insultado a nadie.
Tercero. Me pides que si pienso algo de ti te lo diga personalmente y no "a tus espaldas". Claro, seguro que tú, si ves algo que no te gusta de alguien, y es una persona con la que no tienes relación, vas corriendo a decírselo.
Cuarto. También me has pedido que borrara lo que escribí, o dijera que se me fue la olla. No es mi problema si las verdades a veces duelen. ¿Que no quieres admitirlo? Pues nada. No he insultado a nadie, como ya he mencionado, ni he dicho nada que no crea. Si a ti te parece un insulto, por algo será. De hecho, conozco a más personas a las que les puedo adjudicar las mismas cualidades.
Quinto. Puedes preguntarte por qué no te he dicho esto a ti. Por varias razones. Una es que en ese momento me has pillado desprevenida, y ni siquiera sabía qué había escrito exactamente. La otra es que tú me lo has reprochado a mí en público, con tu versión, así que ahora me toca a mí dar la mía para todos esos mensajeros reales tuyos.

A veces llega un momento en el que piensas, a ver si voy a ser yo la que estoy equivocada. Pero para eso ya estuvo el cateto australiano que solucionó el problema de los hijos sin brazos.

¿Sabías que...?
La Vía Láctea se extiende a través de las constelaciones Perseo, Casiopea y Cefeo; es una gran galaxia espiral, con varios brazos espirales que se enroscan alrededor de un núcleo central de un grosor de unos 10.000 años luz. Las estrellas del núcleo central están más agrupadas que las de los brazos.


La pregunta de hoy es:
¿Es bueno presuponer?

Angels, they fall first.