Seguramente con el paso del tiempo tendremos cada vez menos pelo. Tendrán, mejor dicho. El vello acabará desapareciendo, si es que los humanos duramos lo suficiente. Sin embargo, creo que va a costar mucho que sean calvos para siempre. Será difícil que no les crezca nada de pelo.
Qué calor hace. No sé si es que me acostumbré a la temperatura de la playa, pero siento como si la temperatura fuera mayor que antes de ir. Es bastante molesto.
Día segundo.
Hemos ido por primera vez en este verano a una boya. Quizá nos hemos arriesgado demasiado; la marea iba arrastrándonos continuamente hacia la derecha. Cuando he llegado por fin, he pensado que no tenía mucho mérito, porque me ha parecido verla más cerca. En realidad ha sido aún más complicado. Al dejar de moverme, daba la sensación de que la boya se iba alejando de mí. Al volver a la orilla hemos acabado lejísimos, y hemos tenido que ir caminando justo por donde están las piedras.
No es que haya sido un día especialmente interesante, pero para empezar no está mal.
Por la noche hemos comprobado que aquí, al menos, no cobran por el pan o por los cubiertos. Todavía recuerdo lo que me reí el año pasado con ese tema.
¿Sabías que...?
En la mitología celta, Danu o Dana, también llamada Anu o Ana, es el nombre irlandés de la madre de Dagda (el Buen Dios), por lo que por nacimiento pertenecía a los dioses de la vida, la luz y el día. Era compañera del Bile irlandés, que parece corresponderse con el Dis Pater latino, dios del que creían descender los galos. Sus seguidores eran conocidos como Tuatha Dé Danann. Se la consideraba diosa de la literatura y también recibía el nombre de Brigit. Más adelante, ya en época cristiana, para acabar con la tradición celta, los cristianos la convirtieron en Santa Brígida. Igualmente es relacionada con Santa Ana, la madre de María.
La pregunta de hoy es:
¿Primavera u otoño?
It will never end.
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