105. Dark

Creo que cada vez lo soy menos, por lo menos en el sentido de prestar o dar cosas. Porque entre que te las devuelven rotas o no te las devuelven cuando las prestas, o no te lo agradecen, o siempre regalas y nunca te corresponden... Aunque sí que intento ayudar a la gente cuando tiene algún problema.

¿Poner música en mi blog? Sí se puede, he visto blogs con música, pero no tiene por qué ser tan buena idea. A mí, al menos, me resulta algo molesto estar con mi música y que al entrar a una página de pronto empiece a sonar otra, y que cada vez que voy a hacer algo en esa página (en este caso podría ser clicar en entradas antiguas o en los comentarios, por ejemplo) empiece a sonar de nuevo. Si se pudiera poner de forma que para escucharla hubiera que darle a algún botón, me parece bien, pero si no, prefiero no hacerlo.

Darkon me ha viciado a un juego tonto y ahora estoy tardando más en escribir. Si es que no puede ser. A ver si escribo ya y sigo.


Era de noche. Los tres estaban sentados en el suelo de la habitación. La luz estaba apagada, sólo podían ver gracias a que las llamas que desprendía la chimenea.
- Venga, cuéntanosla ya. No nos dejes con la intriga -decía uno de ellos.
- ¿Estáis seguros? -dijo el mayor de ellos.
- Claro que sí.
El otro, que no había hablado aún, asintió levemente con la cabeza. Era el menor de los tres y en su cara se podía ver que tenía algo de miedo, pero no quería admitirlo.
- Está bien. Pero no asumiré las responsabilidades. Dicen que esta historia ocurrió en nuestra ciudad hace no mucho tiempo.
» Tina era una chica de 12 años que vivía con su madre y su hermana mayor. Un día, ella fue la última en irse a dormir, y cuando cerró los ojos de repente oyó una voz que decía algo así como "dez", como si estuviera hablando en voz baja, en su oído. Ella abrió los ojos, asustada, y vio que no había nadie allí. Se calmó y volvió a cerrar los ojos. Al momento pudo escuchar de nuevo la misma voz, esta vez más fuerte. Tina se levantó de la cama y encendió la luz. No había nadie. Intentó tranquilizarse otra vez, aunque no fue tan fácil, y consiguió dormirse. Pero, mientras dormía, la misma voz la despertó. Había sonado suficientemente alto como para que la hubieran oído su madre y su hermana; sin embargo, ellas seguían durmiendo plácidamente. Además, seguía sin haber nadie. Pensó que se estaba volviendo loca, y al cabo de un rato consiguió dormirse por fin.
» Al día siguiente, no dijo nada a su familia, porque se imaginó que le dirían que estaba mintiéndoles o que se le había ido la cabeza. Pero por la noche ocurrió lo mismo. Tina, una de las veces que oyó la voz, se desesperó y llamó a su madre. Ella le dijo que qué le pasaba, porque la vio pálida, y la chica le contó lo que le había pasado la noche anterior y hacía un momento. Su madre, como Tina había imaginado, no la creyó, y pensó que su hija estaba enferma. Esa noche no volvió a oír la extraña voz. Al día siguiente su madre la llevó al médico, pero éste les dijo que no tenía ninguna enfermedad extraña. Tina no entendía lo que estaba pasando. La noche siguiente, volvió a oír la voz, pero intentó ignorarla y acabó consiguiéndolo, durmiéndose. Así pasaron varios días. La voz se iba haciendo cada vez más fuerte, hasta que no pudo ignorarla más, y tenía que esperar a que parara para dormirse. Además, siempre decía "dez", y no sabía qué podía significar eso.
» Tina sabía que no podía contar con la ayuda de su familia, porque no la creían. Una mañana, preguntó a su hermana que qué significaba "dez". Ésta le contestó que en español, nada, y no sabía que podía ser. Pero, por la tarde, su hermana recordó algo. En inglés, "death" se pronunciaba más o menos "dez". Aunque no imaginaba de dónde podía haber sacado su hermana esa palabra, siendo tan pequeña. Dudó en decírselo, y al final optó por no hacerlo, porque se imaginaba que no era nada bueno.
» Una noche, mientras todos dormían, súbitamente se escuchó un grito aterrador en la habitación de Tina. Su madre y su hermana fueron rápidamente, y descubrieron que la joven no estaba. La buscaron por toda la casa, y no la encontraron. Tampoco había salido fuera.
» A partir de entonces, nadie volvió a saber más de la pequeña Tina.


Ya sé que no es Halloween ni nada de eso, que además no lo celebro, pero ayer, no sé por qué, se me vino esa idea a la mente, y pensé, ¿por qué no? Aunque luego me he quedado pensando, ¿en qué me estoy convirtiendo?

¿Sabías que...?
Koji Suzuki, el escritor de Ringu (The Ring), ha escrito otra novela, llamada Drop, y se ha impreso en un rollo de papel higiénico. Aquí hay algunas imágenes:
http://www.chicageek.com/novela-rollo-papel-higienico-272246


La pregunta de hoy es:
Si pudieras ser otra persona durante un día y saber lo que piensa, ¿a quién elegirías?

I won't stop searching.