Me encantaría poder montarme en Pegaso. Ya que no puedo volar, sería una forma genial de suplirlo. Y, si no, en un unicornio. Suena muy mágico, aunque si me montara seguramente ya no lo sería tanto. ¡Subirme a Lunnaris sería genial!
Si yo ya lo intento, el problema es que, cuando son todos iguales, me doy cuenta de que no tengo a nadie. Y eso es lo que me da pena. Además, no me gusta pensar que la sociedad en el futuro será así, llena de gente sin personalidad que todavía sigue en la tribu urbana de la adolescencia para no ser diferente a sus falsos amigos de hace diez o veinte años. No sé, me parece que no habrá un gran progreso como sigamos igual.
No sé qué le ocurrió a la plantilla, pero no se veía bien en Internet Explorer. Sin embargo, en Firefox funcionaba perfectamente. Lo malo es que, en el Mozilla, la letra se ve más pequeña, y no me convence. Igualmente, ya he conseguido arreglarlo. He pensado en cambiarla, pero no encuentro ninguna en la que se vean bien todos los colores de las letras que hay ahora.
En Francés, hemos ido a ver otro trozo de Amélie, aunque tampoco la hemos podido terminar. En la clase a la que hemos ido, de unos cursos por debajo de nosotros, había algo para pintarse la cara en una banca. Alucinando me he quedado. Al final de la hora, el profesor nos ha leído una especie de poema que ha compuesto para nosotros. Salían todos nuestros nombres. Había frases buenísimas, ¡lo que nos hemos podido reír! Hemos aplaudido un buen rato. Ya no nos dará clase más. A mí me caía bien. Sin embargo, desde hace unos meses tiene comportamientos extraños y bastante contradictorios; creo que ya lo he comentado alguna vez.
Mañana tengo la fiesta de fin de curso. Por lo menos ya sé de varios que no han comprado la entrada de alcohol. No entiendo por qué a las discotecas les da por vender bebida a menores. Que sí, que es dinero para ellos, pero es ilegal. Robar también da dinero. Encima, los niños se creen mejores por ponerse ciegos. Lo que hay que ver.
¿Sabías que...?
El exemplum, colección de exempla o ejemplario es un género didáctico-literario cultivado en la Edad Media. Proviene de la palabra latina ejemplo. A partir del siglo XIII, el uso del exemplum se hizo masivo.
La pregunta de hoy es:
¿Eres curioso?
Hoy quiero decirte que olvidarte es imposible.
A mi me ha ayudado tener a mi hermano cerca, de todas maneras, alguién habrá a tu lado en el que te puedas apoyar.
ResponderEliminarAnda, así no vale ver Amelie, se pierde el encanto. Aunque mejor por trozos que no verla...
La responsabilidad recae en los padres, no es lógico que un chaval de 15-16 años tome alcohol y mucho menos que se emborrache. El típico argumento de, dejalo, son solo niños, aquí no vale. Influye la personalidad de cada uno, es cierto, pero viene ligada de los valores que desde pequeño le han inculcado los padres, si estos son nulos o insuficientes, ya sabemos lo que estamos formando...
Soy demasiado curioso, aunque rara vez me salgo de temas que me relacionan. Mi hermano, siempre me dice: "Ya sabemos quién corta el bacalao aquí", es que a veces, ni hago, ni dejo hacer nada.
De pequeño toda cosa que cogía tenía la constumbre de destrozarla para ver como funcionaba, sobre todo con los bolígrafos.
PD: Una canción fantástica!.
Un Saludo.